¿Qué corrientes psicológicas son más eficaces en el tratamiento de determinados trastornos mentales? Y dentro de ellas, ¿Cuáles son las técnicas más adecuadas durante la intervención terapéutica para conseguir dicha mejoría o curación en los pacientes? A continuación, vamos a analizar algunos de los tipos de psicoterapias más importantes que existen y las técnicas que utilizan en intervención psicológica.

Última Actualización: 22 de Enero de 2021.
Este artículo está escrito por la Psicóloga Merche Castilla.
En términos generales, el objetivo principal de un profesional de la psicología es la mejoría o curación de la/s problemática/s que presenta un paciente. Sin embargo, ese objetivo puede conseguirse a través de variadas corrientes psicológicas.
1. Terapia Psicoanalítica
Sigmund Freud fue el padre del psicoanálisis. Dicha corriente, tuvo su época de esplendor en el siglo pasado y, si bien, hoy en día se sigue interviniendo desde esta perspectiva, son otro tipo de terapias las que, actualmente, han cobrado más protagonismo y han asumido el auge que tuvo el psicoanálisis, como la corriente cognitivo conductual o las terapias de tercera generación (que veremos más adelante).
El modelo teórico de esta corriente se basa en el análisis de los conflictos inconscientes que se originaron en la infancia y explican, por tanto, los comportamientos que se generan en los seres humanos después. Pone su foco, principalmente, en su origen, en aquellos conflictos que son reprimidos por la consciencia afectando a la persona.
Este modelo también se centra en los distintos mecanismos de defensa (negación, proyección, racionalización, etc) que son formas inadecuadas de resolver los conflictos psicológicos y que pueden dar lugar a trastornos mentales.
Por tanto, el trabajo de un psicoanalista pasa por aflorar a la consciencia dichos conflictos, a través de los sueños, los actos fallidos y la asociación libre.
1.1. Asociación libre
A través de esta técnica, se pretende que, durante las sesiones psicoterapéuticas, el paciente exprese libremente, sin reprimir, todas aquellas imágenes, pensamientos, sentimientos que se le van presentando a medida que va hablando. La labor del psicoanalista está basada en determinar qué elementos, dentro del discurso del paciente, reflejan un conflicto inconsciente.
1.2. Actos fallidos
Los actos fallidos hacen referencia a todas aquellas conductas que normalmente se realizan correctamente pero que, a veces, se produce un “fallo” en su ejecución. Por ejemplo; cuando alguien nombra a alguien con otro nombre que no es el suyo, cuando lee algo distinto a lo que está escrito, etc.
Para Freud, estos “lapsus” no son casualidades sino síntomas, porque reflejan inconscientemente alguna parte del conflicto reprimido.
1.3. Interpretación de los sueños
Para Freud, los sueños ayudan a comunicar toda aquello que conscientemente no se puede aceptar, por ejemplo, deseos reprimidos que, a través de una representación simbólica son «expresados». Es decir, los sueños son la forma de expresión de los deseos reprimidos que tiene la persona.
Desde el psicoanálisis se puede abordar cualquier tipo de conflicto en los pacientes, sin embargo, la angustia, fobia, depresión, TOC, trastorno límite, paranoide, esquizoide y trastorno del control de impulsos son los más comúnmente tratados por dicha corriente.
2. Terapia Psicodinámica
La orientación psicodinámica se encuentra enraizada en el psicoanálisis de Freud y al igual que éste, su objetivo es llevar a la consciencia el mundo reprimido e inconsciente con el fin de resolver los conflictos que genera en la persona.
Las técnicas que se utilizan desde este enfoque son muy similares a las del psicoanálisis, como por ejemplo, el análisis de los sueños, la asociación libre, la identificación y desactivación de los mecanismos de defensa (que minimizan el impacto de un acontecimiento estresante en la persona para que pueda seguir funcionando con normalidad).
Otra de las técnicas es la interpretación de la transferencia (proyección que hace el paciente hacia el terapeuta respecto a vivencias pasadas de otras relaciones, por ejemplo, enamorarse o sentir aversión como lo hizo con alguna figura significativa de su pasado) y de la contratransferencia (proyección que el terapeuta hace de forma inconsciente hacia el paciente a partir de experiencias pasadas).
La psicodinámica ha intervenido fundamentalmente en trastornos de ansiedad y del estado del ánimo, trastornos de personalidad, TOC y psicosis entre otros.
3. Terapia Cognitiva
Desde este enfoque se busca conseguir que el paciente modifique la interpretación negativa que elabora de su experiencia en el mundo por una forma más flexible, realista y positiva de pensar y esto impacte por tanto en sus emociones y conductas.
La técnica más importante es la reestructuración cognitiva que consiste en que el paciente sepa detectar y cuestionar sus pensamientos automáticos negativos y pueda modificarlos por otros más adaptativos y, por tanto, se reduzca o elimine el problema emocional o conductual causada por aquéllos.
La terapia cognitiva se ha empleado para intervenir en la mayoría de los trastornos psicológicos, siendo la depresión, los trastornos de ansiedad y los trastornos de la conducta alimentaria los más beneficiados.
4. Terapia Conductista
La terapia conductista se centra en el estudio de todas aquellas leyes que determinan la conducta humana y animal. Los conductistas parten de la idea de que los comportamientos de los seres vivos vienen determinados por los refuerzos y castigos del ambiente más que por predisposiciones internas.
Las técnicas más comúnmente aplicadas desde esta corriente son:
4.1. Desensibilización sistemática
Con esta técnica se consigue que el paciente se enfrente de una forma real o imaginaria a aquellas situaciones, lugares, personas que le son altamente amenazantes y ansiógenas. Consiste en aprender a relajarse mientras que se imaginan escenas con mayor nivel de ansiedad. La repetición en la exposición del objeto temido hace que éste pierda poco a poco la capacidad de generar ansiedad en el paciente y, por tanto, el malestar cognitivo, emocional y físico.
Esta técnica es muy eficaz para tratar fobias específicas, miedos crónicos, etc.
4.2. Refuerzo, castigo y extinción
Éstas pueden producir que los comportamientos de las personas aumenten, se mantengan, desaparezcan o disminuyan.
4.3. Economía de fichas
La técnica consiste en entregar un estímulo (que pueden ser vales, puntos, pegatinas, etc.) inmediatamente después de que aparezca la conducta deseada. Dichos estímulos se canjean más tarde por refuerzos o premios que han sido pactados previamente.
Es una técnica muy completa porque permite intervenir en varias conductas a la vez pero también muy exigente ya que requiere un alto nivel de supervisión de los padres o los psicólogos que dirigen el tratamiento.
El conductismo se ha empleado, sobre todo, en la intervención terapéutica de los trastornos de ansiedad, las disfunciones sexuales y el trastorno obsesivo compulsivo, entre otros.
5. Terapia Cognitivo-Conductual
La terapia cognitivo conductual se basa en la idea de que las emociones y los comportamientos no son las consecuencias de los estímulos del entorno sino también de los pensamientos que generamos fruto de las interpretaciones de dichos estímulos.
Algunas de las técnicas empleadas en este enfoque terapéutico son las siguientes:
5.1. Técnicas de exposición
Estas técnicas persiguen el objetivo de que el paciente afronte situaciones externas (hablar en público, coger el metro, etc) o internas (pensamientos negativos, obsesiones de limpieza, etc) que le provocan ansiedad y, por tanto, conductas dirigidas a neutralizar dicha ansiedad de forma inmediata (por ejemplo, lavarse las manos compulsivamente).
El paciente ha de afrontar la situación/pensamiento temido hasta que la ansiedad se reduzca mayoritariamente sin realizar la conducta aprendida de neutralización de la ansiedad.
La exposición puede ser en vivo, en imaginación, etc.
5.2. Técnicas de modelado
Estas técnicas tienen su base en el aprendizaje observacional o vicario postulado por Bandura. Se busca que el paciente aprenda nuevos comportamientos a través de la observación e imitación de modelos produciéndose, después de inmediatos refuerzos, nuevos aprendizajes en su repertorio de conductas. Existen diversos tipos de modelado, como por ejemplo, modelado in vivo, pasivo, etc.
5.3. Inoculación de estrés
Fue descrita por Donald Meichenbaum en 1974. Esta técnica está basada en un paquete de medidas orientadas a que el paciente afronte situaciones estresantes que le causan un gran malestar, como por ejemplo, fobias simples, fobia social, temor a hablar en público, etc.
Dicha técnica tiene tres fases: Fase de conceptualización, se refiere a la detección y definición del problema; fase de adquisición y entrenamiento de habilidades, donde el paciente aprende y ensaya diversas estrategias para el manejo de las situaciones estresantes y por último, fase de aplicación y seguimiento, el paciente pone en práctica lo aprendido- cognitiva, emocional y conductualmente- en las situaciones estresantes reales.
Las habilidades más importantes que se aprenden son todas aquellas relacionadas con la modificación de creencias irracionales y pensamientos automáticos negativos, las que permiten un control de la activación fisiológica en situaciones de estrés y el aprendizaje de conductas orientadas a la solución del problema y no a su mantenimiento.
5.4. Entrenamiento en autoinstrucciones
Esta técnica consiste en la modificación de las autoevaluaciones internas que el paciente se da a sí mismo, por otras más eficaces y útiles para conseguir la realización de una tarea o el afrontamiento de un problema.
Por ejemplo: ante el temor a hablar en público, sustituir la autoverbalización «lo voy a hacer mal» por «lo tengo bien preparado, voy a hacerlo lo mejor posible, creo que va a salir bien».
5.5. Entrenamiento en solución de problemas
Hace referencia al proceso de aprendizaje a través del cual el paciente descubre un método resolutivo y eficaz en la solución de problemas.
El protocolo básico de actuación de dicha técnica está basada en cinco momentos:
- Orientación general del problema: reconocimiento de la existencia de un problema y motivación para su afrontamiento.
- Definición y formulación del problema: clarificar concretamente cuál es el problema y definirlo.
- Generación de alternativas para su resolución: producción del mayor número de soluciones alternativas para resolverlo, sin entrar en su valoración.
- Toma de decisiones: Análisis y valoración de la alternativa mejor para solucionar el problema, teniendo en cuenta, sus consecuencias, costes, ganancias, etc.
- Puesta en práctica y verificación: Ejecución práctica del plan resolutivo y evaluación de los resultados obtenidos.
5.6. Técnicas de relajación y respiración
Son métodos de reducción de la activación fisiológica y mental en una persona. A través de ellas, el paciente aprende a manejar estados de ansiedad y estrés permitiendo alcanzar un mayor nivel de calma frente a dichos estados.
Existen multitud de técnicas de relajación y respiración, siendo las más conocidas, la técnica de respiración abdominal y la relajación muscular progresiva de Jacobson.
Científicamente, la terapia cognitiva conductual ha sido probada como una de las terapias más completas y eficaces en la intervención psicológica de los trastornos de ansiedad, los trastornos del estado del ánimo, de la personalidad y del comportamiento alimentario, entre otros.
6. Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)
También llamada ACT, es una de las terapias de tercera generación más importantes cuyos resultados actuales certifican su efectividad en el contexto terapéutico.
Su objetivo es ayudar al paciente a conseguir una vida plena y satisfactoria a través de la aceptación de las dificultades y problemas que trae consigo.
Según Ruiz, Díaz y Villalobos, 2012, el objetivo general es «producir una mayor flexibilidad psicológica en situaciones donde la evitación experiencial prevalece y no permite a la persona vivir con plenitud»
La intervención psicológica en esta terapia se centra en dos procesos principales:
- Promover la aceptación de aquellas situaciones dolorosas que están fuera de la capacidad de control del paciente.
- Desarrollar el compromiso y determinación necesarios para vivir plenamente.
Actualmente, la ACT es una corriente terapéutica alternativa a la psicología de antaño que está avalada científicamente y emplea el uso de diferentes y novedosas técnicas que veremos a continuación:
6.1. Defusión cognitiva
Su objetivo es disminuir el nivel de credibilidad y la afectación que tienen los pensamientos negativos, recuerdos o imágenes en el paciente a través de aprender a visualizarlos como lo que son realmente, simples pensamientos, recuerdos o imágenes.
Es decir, la defusión no persigue tanto cambiar estos contenidos cognitivos como la forma con la que el paciente se relaciona con ellos.
6.2. Ejercicios experienciales
Ayudan al paciente a tomar contacto con su experiencia íntima en relación con lo que le ocurre y desde ahí se trabaja la interpretación aversiva que se deriva de esta experiencia y que produce, como consecuencia, dificultades y sufrimiento.
6.3. Trabajo en valores personales
Para ACT, los valores personales de los pacientes son cruciales para promover el cambio conductual ya que a partir de éstos se construye la forma en la que se quiere vivir.
Por tanto, el trabajo en valores es el camino de reflexión a través del cual el paciente se plantea si está viviendo para conseguir sus objetivos en la vida según lo que considera valioso o no.
6.4. Metáforas
Se utilizan para que el paciente pueda llegar a conclusiones importantes acerca de un problema, sufrimiento o dificultad a partir de una experiencia cercana y con la que se sienta identificado, pero no necesariamente dirigida a él.
Ejemplos de metáforas más populares:
- Metáfora de los pasajeros en el autobús: ayuda a manejar los pensamientos negativos.
«Imagina que eres el conductor de un autobús lleno de pasajeros. Los pasajeros son tus propios pensamientos , emociones, recuerdos, sensaciones, etc. En un momento dado, los pasajeros pueden amenazarte: te insultan, te critican, te dicen que huyas, te dicen que no vales nada, etc. Hasta ahora, es probable que lo que hayas hecho sea tratar de mantener a los pasajeros sentados en la parte trasera del autobús, intentando que no digan nada ni se acerquen a ti. Pero al hacer eso, estás dejando que te controlen, porque si sabes que un pasajero te va a insultar en cuanto gires el autobús a la izquierda, es probable que siempre evites girar a la izquierda para mantenerlo callado. Tal vez te engañes diciendo que en realidad eres tú quien no quiere girar a la izquierda, pero la verdad, es que tus pasajeros te están dominando. Pero ahora puedes hacer algo diferente: cada vez que los pasajeros de tu autobús te amenacen, detén el autobús, escucha lo que los pasajeros dicen, pregúntate qué pasajero te está amenazando y qué dice, deja que se te acerquen, deja que te amenacen si quieren, no discutas con ellos, tan sólo deja que estén ahí, y a pesar de todo eso, haz lo que deseas hacer, como torcer a la izquierda con todos los pasajeros gritándote y amenazándote».
- Metáfora del hoyo: ayuda al paciente a darse cuenta de que la forma con la que intenta salir de una situación difícil no es la más acertada.
«Un hombre iba por el campo, llevando una venda en los ojos y una pequeña bolsa de herramientas. Se le había dicho que su tarea consistía en correr por ese campo con los ojos vendados. El hombre no sabía que en la granja había hoyos grandes y muy profundos, lo ignoraba completamente. Así que empezó a correr por el campo y cayó en uno de esos grandes agujeros. Empezó a palpar las paredes del hoyo y se dio cuenta de que no podía saltar fuera y de que tampoco había otras vías de escape. Miró en la bolsa de herramientas que le habían dado para ver si había algo que pudiera usar para escapar del hoyo, y encontró una pala. Eso es todo lo que tenía. Así que empezó con diligencia, pero muy pronto advirtió que no salía del hoyo. Intento cavar más y más y más y más rápido, pero seguía en el hoyo. Lo intentó con grandes paladas y con pequeñas, arrojando lejos la tierra o arrojándola cerca… pero seguía en el agujero. Todo ese esfuerzo y todo ese trabajo, y lo único que conseguía es que el hoyo se hiciese cada vez más y más profundo. Entonces se dio cuenta, que cavar no era la solución, no era la forma de salir del hoyo, al contrario, cavando es como se hacen los hoyos más grandes. Entonces empezó a pensar que quizás todo el plan que tenía estaba equivocado y que no había solución, ya que cavando no podía conseguir una escapatoria, lo único que hacía era hundirse más».
La terapia de aceptación y compromiso está especialmente recomendada para la intervención terapéutica de trastornos de ansiedad, del estado de ánimo, estrés, adicciones, trastornos del control de impulsos, problemas de pareja y disfunciones sexuales, por ejemplo.
7. Terapias Humanistas
7.1. Logoterapia
Las experiencias de sufrimiento en diferentes campos nazis de Viktor Frankl, psiquiatra y neurólogo austríaco, influyeron de una forma determinante en la fundación de la Logoterapia teniendo como objetivo principal la búsqueda del hombre del sentido de su vida.
Las tres técnicas más importantes de la Logoterapia son las siguientes:
7.1.1. La de-reflexión
Esta técnica se utiliza cuando una persona está demasiado pendiente o centrada en un tema, muy absorta en algo que le preocupa o le inquieta y mediante la de-reflexión se reorienta su atención y la persona es capaz de «salir de sí mismo».
7.1.2. La intención paradójica
Esta técnica permite reducir los miedos de los pacientes a través de la atracción de aquéllo que teme. Por ejemplo, si un paciente padece insomnio se le pide, a través de la intención paradójica, que trate de mantenerse despierto. Así, cuando ya no tema no dormir, se relajara y el sueño aparecerá nuevamente de forma natural y espontánea.
7.1.3. Diálogo socrático
Es una técnica muy potente cuyo objetivo es conseguir el autoconocimiento por parte del paciente a través de sus propias palabras.
El método del terapeuta, a partir de la escucha activa, es señalar o incidir a través de preguntas de tipo inductivo sobre un grupo de palabras significativo en el discurso del paciente para llevarle a un mayor conocimiento de sí mismo.
Ejemplo de diálogo socrático:
- Paciente: Me siento muy mal…
- Terapeuta: ¿Qué significa sentirte mal?
- P: Pues que estoy muy triste… Abatido
- T: ¿Por qué te sientes triste y abatido?
- P: Porque me han despedido del trabajo
- T: ¿Por qué crees que ha ocurrido eso?
- P: Porque soy un inútil, no sirvo para nada.
- T: Esa creencia, ¿es tuya o se la has escuchado a alguien?
- P: Sí, a mi padre…Me lo decía siempre, desde pequeño.
- T: Ah, entiendo… que tu padre te lo dijera te convierte en un inútil entonces…(tono deductivo)
- P: Bueno…no…eso me lo decía mi padre, pero eso no me convierte en un inútil, claro…. yo puedo hacer cosas para ver que eso no es cierto.
- T: Y, ¿qué cosas son ésas?
- P: Pues…por ejemplo…en el trabajo, si me piden un informe puedo presentarlo…o no, si me convocan a una reunión puedo preparármela… o no, etc.
- T: Ah, entiendo…y esto tiene algo que ver con el despido?
- P: Sí…Que no lo he hecho y me han despedido al final.
- T: Ah, al principio, me has dicho que te habían despedido porque eras un inútil.
- P: No, me han despedido porque no he hecho lo que tenía que hacer.
7.2. Terapia Gestalt
A finales de los años 40, Fritz Perls desarrolla la terapia Gestalt a partir del concepto de la teoría relacional donde cada persona se concibe como un todo (mente, cuerpo y alma).
Para este enfoque terapéutico, la conciencia de uno mismo y el aquí y ahora son requisitos fundamentales para el desarrollo y el crecimiento personal completo.
La Gestalt pone de relieve que, a veces, existen diversos obstáculos para llegar al autoconocimiento, como pueden ser las formas de pensamiento y de conductas negativas que tiene como consecuencia que las personas no se sientan plenas.
Las técnicas más conocidas son las siguientes:
7.2.1. Juego de roles
Esta técnica permite que el paciente adopte uno o varios roles o papeles en una determinada situación dirigida por el terapeuta. A partir de esta “interpretación” el paciente será capaz de descubrir diferentes puntos de vistas, creencias y emociones ante esa misma situación.
Por ejemplo: desarrollar un diálogo entre una padre y un hijo ante un conflicto pasado, donde se puedan liberar las emociones de ira o miedo, o favorecer la comprensión de la actitud y conductas del otro, etc.
7.2.2. La técnica de la “silla vacía”
Esta técnica aúna el juego de roles anterior junto con dos sillas. El paciente se sienta en una de ellas y, a través de la imaginación, desarrolla una escena hablando con partes de sí mismo, esto da lugar a momentos muy emotivos en el que el paciente es consciente de elementos ignorados, partes de su personalidad rechazadas, etc.
A continuación, se sienta en la otra silla e invierte los roles y sigue desarrollando la escena desde otro punto de vista. Esta técnica les brinda la oportunidad de descubrir, reconocer y aceptar aspectos bloqueados de sí mismo.
7.2.3. Discusión de los sueños
Para la Gestalt, los sueños son momentos muy importantes porque revelan aspectos significativos en la vida del paciente. Los pasos que se siguen en esta técnicas son los siguientes:
- Coger papel y boli: el paciente escribe en primera persona su sueño, como si lo estuviera viviendo en ese instante. Ejemplo: “estoy en una noria que no para de dar vueltas, la gente alrededor grita, estoy angustiado porque me quiero bajar y no puedo”.
- Elección de personajes importantes en el sueño: Pueden ser personas, animales o cosas. En el ejemplo: el que sueña, la angustia de no poder bajar, la noria y la gente.
- El paciente habla a los personajes: puede preguntar a la noria por qué no para de dar vueltas o a la gente, por qué grita.
- Relación de los personajes y de las respuestas con la vida del paciente: el trabajo del terapeuta es propiciar que el paciente relacione su sueño con su vida actual y le permita llegar a descubrimientos vitales. En el ejemplo: el paciente relacionó la noria que giraba sin parar con el cúmulo de acontecimientos estresantes en su vida últimamente, la angustia de no poder bajar con el intento frustado de intentar cambiar su vida y los gritos de la gente, con la preocupación de su familia ante la situación.
7.2.4. Atención al lenguaje corporal
Durante el proceso terapéutico, el terapeuta ha de fijarse en el lenguaje corporal del paciente ya que es considerado un aspecto muy importante en la expresión de emociones significativas.
Esta técnica permite asociar el movimiento o gesto con la emoción que transmite para poder expresar de forma explícita su significado.
Por ejemplo: si el paciente suele hablar con los hombros tensos y levantados, podemos decirle, por una parte, que lo exagere y a continuación, preguntarle cómo se siente y, por otra parte, qué quiere transmitir con ese movimiento.
7.2.5. Transformar las preguntas en afirmaciones
El objetivo que persigue esta técnica es tomar consciencia de los problemas por parte del paciente y movilizar los recursos personales internos orientados a la solución de los mismos.
Por ejemplo, si un paciente se pregunta una y otra vez después de un día duro de trabajo: “¿Por qué estoy estresado?, a través de esta técnica, puede transformarse en “ Estoy estresado (toma de consciencia), voy a tomarme las cosas con más calma y a intentar no exigirme tanto mañana”(movilización de recursos personales resolutivos).
Desde una perspectiva humanista, se puede intervenir en trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, TCA, trastornos sexuales, alteraciones del sueño, etc.
7.3. Psicología Positiva
La psicología positiva fue definida por Seligman (1999) como el estudio científico de las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos, las instituciones que facilitan su desarrollo y los programas que ayudan a mejorar la calidad de vida de los individuos, mientras previene o reduce la incidencia de la psicopatología. Fue definida también como el estudio científico de las fortalezas y virtudes humanas, las cuales permiten adoptar una perspectiva más abierta respecto al potencial humano, sus motivaciones y capacidades.
8. Terapia Sistémica
La terapia familiar sistémica como se la conoce actualmente se ha nutrido de otras corrientes psicológicas familiares en el principio del siglo XX pero su origen data de los años 50 con John Bell, profesor de psicología de la Universidad de Clark en Massachussets a raíz de la intervención psicológica de éxito que llevó a cabo para resolver los problemas de agresividad de un chico tratando a toda su familia.
Desde este enfoque psicoterapéutico, la familia se concibe como un sistema y trata de resolver los problemas que se dan en las relaciones de los diferentes miembros de ese sistema.
Para esta terapia los conflictos no son lineales, sino circulares ya que las conductas de cada uno de sus miembros repercuten en los demás y viceversa.
Persigue que la familia pueda comprenderse y apoyarse mutuamente, para ello se analizan sus fortalezas para potenciarlas y sus debilidades para minimizarlas y al mismo tiempo busca mejorar las habilidades de comunicación de todos los miembros entre sí.
En definitiva, propone el cambio de las dinámicas patológicas de las relaciones para la resolución de los problemas del sistema, la familia.
Las técnicas más comunes dentro de esta corriente psicoterapéutica son las siguientes:
8.1. Reformulación positiva
Es la técnica a partir de la cual el terapeuta vuelve a formular la historia de queja que trae la familia a consulta, devolviéndole una nueva historia pero, esta vez, desde un punto de vista positivo y sano.
8.2. Excepciones
Son el conjunto de preguntas acerca de aquellos momentos en los que se llevaron a cabo otro tipo de decisiones o de conductas y dio un buen resultado. Esto permite el cambio de foco atencional y promover variaciones en las relaciones de la familia para que se produzca un cambio de dinámicas.
8.3. Preguntas milagro, escala y circulares
En la pregunta milagro, se le propone a la familia que se imagine cómo sería el día en el que se produce un milagro y las cosas cambian. En qué descubrirían que ha habido un milagro, dónde lo notarían, cómo reaccionaría cada uno, etc. Esto técnica permite a los terapeutas visualizar y proponer cambios para que ese milagro se empiece a dar.
Ejemplo: “me imagino el día en el que mi hermano no sea agresivo… Al levantarse por las mañanas, en vez de gritar y dar portazos, saldría de su habitación sonriendo y dando los buenos días…”
En la pregunta escala, se le propone a la familia que puntúe de 1 a 10 el estado de su problema, siendo 1 el peor de los casos y 10 el mejor. Esta técnica nos permite investigar acerca de qué tipo de cambios podrían implementarse para que el problema vaya escalando posiciones y se vaya solucionando o que habría que hacer para que no empeore más, llegando a 1.
Ejemplo:
- Terapeuta: “¿Qué podrías hacer para que la conducta de desorden de tu hijo mejorará la semana que viene y subiera un punto en la escala? (Dirigida al padre)
- Padre: “Podría ayudarle”.
- Terapeuta: “ ¿Qué podrías hacer para que tu conducta de desorden mejorará la semana que viene y subiera un punto en la escala? (Dirigida al hijo)
- Hijo: “Podría establecer un rato cada día a ordenarla, por ejemplo, antes de cenar”.
En las preguntas circulares, una de las técnicas más importantes en la terapia familiar sistémica, se pretende conseguir información a través de un miembro de la familia sobre el problema, sobre otro de los miembros o sobre la relación entre ambos.
Esto también brinda la oportunidad de descubrir información relevante que podamos utilizar durante la intervención y repercuta en la mejoría del funcionamiento familiar.
Ejemplo: “¿Cómo reaccionan tus padres cuando tú estás enfadado?” O también, “Cuando vuestro hijo está triste, ¿con quién habla?”.
8.4. Genograma
El Genograma es una manera rápida y visual de representar la información que disponemos de la familia.
A través de un árbol y mediante símbolos se representa el sexo de cada miembro de la familia, por ejemplo, cuadrados para hombres y círculos para mujeres, si ha fallecido alguien, se refleja con una “X”, si una pareja está casada, se traza una línea continua entre ellos y si se han separado, se dibuja una línea diagonal pequeña que corte la anterior y dos si se han divorciado, etc.
8.5. Escultura
Esta técnica se usa para trabajar el sentir de un miembro en el sistema familiar frente al problema. Para ello se le pide que moldee a cada familiar según como lo “ve”. En la escultura se representan los gestos, las emociones, las miradas, hacia dónde miran o a quién, las distancias entre ellos, etc.
El terapeuta va lanzando preguntas acerca de las posiciones y formas que va adoptando cada uno por el escultor. Al final, se indaga en el sentir de cada miembro en el rol asignado para que se tome consciencia sobre cómo le perciben los demás y se asuma la responsabilidad individual del cambio.
Ejemplo: “Te han colocado de espaldas y muy alejado de tu familia, ¿cómo te sentías? ¿Te gustaría mirar hacia ellos?…
Una variante de esta técnica es realizar la escultura pero, en vez de con la propia familia, con figuras de Playmobil, esto suele resultar menos intrusivo y desagradable.
Los trastornos psicológicos en los que la Terapia Familiar Sistémica es más eficaz son los TCA, las adicciones, los trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, el TDAH, etc.
9. EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing)
El EMDR es considerada también como una terapia de tercera generación.
A finales de los años 80, una psicóloga norteamericana, Francina Shapiro, descubrió casualmente que moviendo los ojos voluntariamente de un lado a otro hacía disminuir sus pensamientos negativos y perturbadores.
Este descubrimiento le permitió ponerlo en práctica con las personas traumatizadas por la guerra de Vietnam y las víctimas de abusos sexules, comprobando después la eficacia de la técnica ya que reducían de forma importante o desaparecía la sintomatología del Trastorno por Estrés Postraumático en dichas personas.
El EMDR utiliza como técnica principal lo que se llama “estimulación bilateral” que consiste en la activación y conexión de ambos hemisferios cerebrales para que los recuerdos traumáticos se procesen nuevamente, pero esta vez, de forma correcta.
La estimulación bilateral puede llevarse a cabo de tres formas distintas:
- Visual: el paciente, sin mover la cabeza, mueve los ojos de un lado a otro siguiendo los movimientos de dedos del terapeuta de un lado a otro también.
- Auditiva: el paciente escucha a través de auriculares una serie de sonidos, música o tonos que el terapeuta emite con un dispositivo en el que controla la intensidad de los sonidos, la velocidad y en qué oído, en concreto, lo va a escuchar.
- Kinestésica o Tapping: consiste en la realización de golpeteos suaves y alternos en las manos o en los hombros del paciente.
Esta terapia está basada en la idea de que cuando el recuerdo traumático se instaura en el cerebro del paciente, se forja un bloqueo ya que no ha logrado integrar correctamente la carga emocional y esto le impide vivir de forma plena.
De ahí que los diferentes tipos de estimulación bilateral permitan la conexión de los hemisferios, la reintegración de la información y, por tanto, la desaparición de la sintomatología traumática.
El EMDR es la terapia que se elige para intervenir en el trauma, fundamentalmente en el TEPT. Sin embargo, en la actualidad, también se demuestra su eficacia en fobias, duelos patológicos, ataques de pánico y trastornos disociativos.
Y, ya para finalizar y a pesar del gran abanico de técnicas psicoterapéuticas que existen (muchas más de las incluidas en el presente artículo) y dependiendo de qué tipo de patologías aborden, no todas han demostrado ser igualmente eficaces, pero podemos decir que las que cuentan con mayor evidencia científica a su favor son la terapia cognitiva conductual, la terapia familiar sistémica y las de tercera generación.
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