Guía para el tratamiento psicológico de la DepresiónTiempo de Lectura: 7 minutos

tratamiento psicológico para la depresión

¿Cómo se estructura la terapia cognitivo conductual para la depresión? ¿Qué fases tiene la terapia para la depresión? ¿Qué objetivos persigue cada fase? ¿Con qué herramientas cuenta el psicólogo para mejorar el grado de bienestar de un paciente con depresión? En este artículo descubrirás una guía para el tratamiento psicológico de la depresión.

La depresión es una demanda frecuente en consulta psicológica. En este artículo vamos a ofrecerte una propuesta de tratamiento para el trastorno depresivo. En esta guía se exponen cuatro bloques que engloban las técnicas más eficaces comprobadas empíricamente con una orientación cognitivo-conductual.

Responderemos a preguntas cómo: ¿Cómo se estructura la terapia cognitiva para la depresión? ¿Qué fases tiene? ¿Qué objetivos persigue cada fase? ¿Con qué herramientas cuenta el psicólogo para mejorar el grado de bienestar de su paciente?

¿Qué es la depresión?

La depresión es el tercer trastorno mental más frecuente y se calcula que afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo según la OMS, de los cuales aproximadamente 3 millones corresponden a España según la última encuesta nacional de la salud llevada a cabo en el año 2017.

Este trastorno se caracteriza por episodios de al menos dos semanas de duración que implican cambios claros en el afecto, la cognición y las funciones neurovegetativas. Suele haber remisiones interepisódicas, aunque en algunos casos puede que sólo haya un sólo episodio. 

El rasgo principal es un período de tiempo el cual existe un estado de ánimo depresivo, o bien una pérdida de interés o placer en casi todas las actividades que antes gustaban a la persona que sufre el trastorno. En los niños y adolescentes, el estado de ánimo suele ser la irritabilidad más que la tristeza

Además el DSM-5 establece que el paciente debe experimentar cuatro síntomas adicionales como: cambio en el apetito o peso, insomnio o hipersomnia, alteración psicomotora, energía disminuida, sentimientos de inutilidad o de culpa, dificultades para pensar y/o ideación suicida.

Tratamiento cognitivo-conductual para la depresión

Existe una serie de tratamientos contra la depresión que han demostrado su eficacia. La gran mayoría se encuadran en la terapia cognitivo conductual, concretamente basadas en las teorías clásicas de Beck y de Ellis. Además existen otras técnicas dentro de esta misma línea que también han demostrado su eficacia como la activación conductual y resolución de problemas, entre otras.

En este artículo vamos a exponer una guía de tratamiento de la depresión para psicólogos, haciendo hincapié en las distintas áreas afectadas del paciente. La propuesta de tratamiento a seguir consta de un total de cuatro bloques, que engloba varias técnicas eficaces para abarcar la diferente sintomatología de este trastorno. 

La intervención se debe llevar a cabo de forma paulatina e incremental. Tiene un alto grado de estructuración, cosa que facilita su aplicación. 

Guía de tratamiento para la depresión

A continuación te mostramos una guía completa de tratamiento para la depresión dividida en cuatro bloques o fases. Cada bloque recoge diferentes técnicas; el primero contiene técnicas conductuales, el segundo técnicas cognitivas, el tercero solución de otros problemas asociados y el cuarto bloque la prevención de recaídas.

Objetivos de la intervención

  • Aumento del nivel de actividad y estado de ánimo del paciente.
  • Detección y modificación de los pensamientos automáticos, como productos de las distorsiones cognitivas.
  • Identificación de los patrones cognitivos y modificación de los mismos.
  • Estrategias para afrontar síntomas asociados como:
    • Manejo de la ansiedad.
    • Mejora del sueño.
    • Restablecimiento del apetito.
    • Mejora en habilidades sociales y solución de problemas.

Estructura del tratamiento

  • Se trata de una intervención individual.
  • Consiste en ir aplicando las técnicas gradualmente según vaya avanzando el paciente.
  • En cada fase puedes utilizar el número de sesiones necesarias para alcanzar los objetivos.
  • Se recomienda sesiones semanales de 1 hora de duración aproximadamente.

 

Fases de la terapia para la depresión

A continuación encontrarás las 4 fases de la terapia cognitivo conductual que te proponemos para el tratamiento de la depresión.

1. Primera Fase

Una vez evaluado toda la problemática del paciente. Se inicia el tratamiento con la primera fase.

El objetivo de esta fase es producir una mejoría en el estado de ánimo del paciente y en su actividad general.

Primeramente es necesario determinar el nivel de actividad del paciente, que nos servirá como variable dependiente para estructurar el tratamiento. Nos podemos ayudar de auto-registros o entrevistas a terceros.

Una vez evaluado el nivel de actividad pasamos a aplicar algunas de las estrategias con un enfoque conductual para que la persona aumente su nivel de actividad. 

Podría ser la confección de una lista de actividades según la información facilitada por el paciente. Es importante que sean actividades que el paciente realizase antes de presentarse el problema. La lista de actividades agradables (Lewinsohn y cols., 1982) puede ayudar a realizar la lista.

Otra estrategia es el enriquecimiento del medio ambiente. Se trata de que el paciente preste atención a aspectos distintos a los que habitualmente presta atención para cambiar su foco atencional hacia estímulos no relacionados con el problema actual. Un ejemplo sería pedirle que cuando camine por la calle se fije en los tejados o puertas de las casas.

También podemos hacer uso del Principio de Premack (Premack, 1959), que trata de utilizar una respuesta de alta frecuencia como estímulo reforzador. Un ejemplo sería que cada vez que la persona va al baño, enciende un cigarrillo o mira el reloj (conducta de alto refuerzo) tiene que leer un pensamiento positivo previamente escrito.

2. Segunda Fase

Una vez que el paciente ha mejorado mínimamente su estado de ánimo y nivel de actividad pasamos a trabajar la parte más cognitiva.

El enfoque cognitivo de Beck parte de la base que el paciente hace una distorsión de la realidad (uno mismo, los demás y del futuro) debido a esquemas cognitivos que ha ido creando a lo largo de su vida. 

El objetivo de esta fase es identificar las estrategias inadecuadas que pueden estar potenciando y manteniendo el problema, y por otro lado, facilitar recursos y estrategias necesarias para afrontar de forma adecuada las adversidades. 

Una estrategia es el control cognitivo que consiste en identificar los pensamientos automáticos negativos. Su detección se realiza mediante auto-observación y auto-registro. Una vez identificados estos pensamientos se trata de «combatirlos» mediante un diálogo más objetivo y/o un abordaje experimental (diseñar pequeños experimentos para contrastar dichos pensamientos) para buscar unos pensamientos alternativos más racionales.

Las personas con depresión muchas veces carecen de estrategias para afrontar los problemas correctamente. La Resolución de Problemas de D’Zurilla y Goldfried (1971) plantea 5 pasos:

  1. Orientación general del problema.
  2. Definición y formulación objetiva.
  3. Generación del mayor número posible de alternativas.
  4. Toma de decisión.
  5. Verificación de la solución.

3. Tercera Fase

El objetivo de esta fase es la mejora de otros problemas asociados como puede ser la ansiedad, problemas del sueño y del apetito, entre otros.

La depresión se caracteriza por una disminución de la actividad, sin embargo esta pasividad puede coexistir con un elevado nivel de activación autonómica, que tiene implicaciones fisiológico-emocionales y cognitivas. Las técnicas de relajación ayudan a reducir los niveles de activación y ansiedad.

Cambios en la cantidad y calidad del sueño es otra de las alteraciones más frecuente del sueño debido a la actividad cognitiva inadecuada y a la alta activación fisiológica. La relajación combinada con la higiene del sueño también puede ser de gran utilidad, puesto que sirve para centrar la atención sobre aspectos que favorecen la entrada del sueño.

La disminución del peso y falta de apetito son característicos de la depresión. Un vaso de agua azucarada ayuda momentáneamente a la hipoglucemia. Debe tratar de instaurarse paulatinamente pautas de ingesta, introduciendo alimentos habituales según las preferencias del paciente.

La persona puede requerir de ciertas habilidades específicas. El entrenamiento en habilidades sociales ayuda a la capacidad para obtener refuerzo social (Lewinsohn y cols., 1976 y 1997). Habilidades de expresión asertiva favorecen la necesidad de gestión emocional.

4. Cuarta Fase

El buen resultado en el tratamiento de la depresión no asegura que no pueda volver a presentarse este trastorno. Por lo tanto, es muy importante acabar el tratamiento con la prevención de recaídas.

En este último bloque se hace una recopilación de sencillas medidas que pueden dificultar la recurrencia del trastorno:

  • Recalcar la importancia de mantener un nivel alto de actividad a lo largo del tratamiento.
  • Saber afrontar pequeñas contrariedades que ocurran después del tratamiento mediante el análisis de conducta y auto-evaluación rigurosa.
  • Introducir la flexibilidad en la evaluación y afrontamiento de distintos problemas.
  • Recordad estrategias para impedir la recuperación espontánea de las memorias negativas (estrategias de distracción o focalización de la atención consciente).
  • Consideraciones clínicas referentes al suicidio.

Este programa de tratamiento propuesto está basado en distintos recursos terapéuticos eficaces para el tratamiento de la depresión. Es importante destacar que este intervención sirve a modo de guía pero debe adaptarse completamente al paciente ya que cada caso es diferente. En ningún caso se debe aplicar de forma rigurosa e inflexible.

Finalmente agradecer a todos los lectores por leer este artículo e invitaros a que si os ha gustado el artículo lo compartieseis en las redes sociales y si tenéis alguna duda podéis dejar vuestros comentarios.

Biliografía:

  • Asociación Americana de Psiquiatría (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), 5ta edición. Arlington: Editorial Médica Panamericana
  • Labrador, F. J. (2009). Técnicas de modificación de conducta. España: Pirámide
  • Pérez, M. (2003). Guía de tratamientos psicológicos eficaces. España: Pirámide
  • Vallejo, M. (2012). Manual de terapia de conducta. España: Dykinson Sl.

¿Tienes alguna duda o sugerencia o hay alguna cosa que no haya incluido en este artículo y no entiendes cómo se me ha podido olvidar? Déjame un comentario en este mismo post y te responderé cuanto antes.

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Acerca de Júlia Heredia

Soy psicóloga General Sanitaria licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2012. Especializada en el área infanto-juveníl y en trastornos afectivos (Depresión, ansiedad y gestión emocional). Me considero una apasionada de la psicología y la escritura.

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