Última Actualización: 7 de Diciembre de 2017
¿Quieres saber cómo emprender con éxito en psicología? Fernando Pena nos habla sobre emprendimiento, nos cuenta sus experiencias personales a la hora de montar su propia consulta de psicología y nos cuenta cómo ve la psicología en la actualidad.
Hacía tiempo que no publicaba una entrevista. Y no ha sido por ganas, sino por falta de tiempo. Por eso, y para volver con fuerza, he querido entrevistar a un psicólogo con el que tengo una «extraña» conexión.
Ambos nos vinimos a Valencia a buscarnos la vida como psicólogos. Aunque esto no es lo curioso, sino que Fernando y yo nacimos en pueblos colindantes de Galicia. Me llama mucho la atención haber tenido que conocer a un «veciño» a 1000 km del lugar en el que nacimos.
Pero a lo que íbamos.
No he decidido entrevistar a Fernando Pena por ser gallego, ni por haber nacido en Galicia, sino porque lo considero un gran profesional. Fernando es psicólogo en Valencia desde hace años y además de tener 14 años de experiencia en la práctica privada, es profesor, formador, empresario, escritor… Vamos, un profesional todoterreno.
Vamos con la entrevista.
¿Quién es Fernando Pena?
Hola. Pues soy yo. Un gallego afincado en Valencia y con mucho gusto por lo que hace.
Si me definiese por mi profesión diría que soy psicólogo en Valencia, profesor universitario del grado de psicología, presidente de la Asociación Española de Psicología Sanitaria, emprendedor, formador, escritor y conferenciante de alto impacto. Actualmente son funciones que compagino con la dirección de 4 empresas, en las que tengo equipos humanos excelentes que me permiten tener tiempo para poder compaginarlo todo bien.
Si me definiese por mis aficciones, diría que soy muy fan de los viajes de mochilero, de las clases de teatro improvisado, de vivir junto al mar, de aprender idiomas, de bailar ritmos latinos, de los buenos amigos, de los buenos libros de psicología, y de aceptar propuestas nuevas. Me preocupo si tardo tiempo en responder a eso de: ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
¿Por qué crees que te he decidido entrevistarte a ti y no a otro/a psicólogo/a?
Estoy convencido de que has decidido entrevistar también a otros psicólogos. 😉 , pero que me lo hayas propuesto a mí es un gesto que agradezco porque eres alguien que admiro. Has creado un un contenido de muy alta calidad, y ayudas a mucha gente con tu trabajo. Así que me entusiasma que me entrevistes.
¿Qué es lo que más ilusión te hace en la vida?
Me hace mucha ilusión que hace unos 15 años imaginé el futuro que me gustaría para mi vida, y esa imagen es bastante fiel a lo que soy actualmente. La realidad me ha demostrado que si lo crees lo creas. Y eso me hace feliz.
¿Y lo que más miedo te da?
Una vez escuché: “Los problemas que realmente tienen importancia son aquellos que nunca pasaron por tu mente. Esos que te sorprenden a las 4 de la tarde de un martes cualquiera”. Eso es lo que me da más miedo.
Para ti, ¿cómo sería un día perfecto?
El día perfecto estaría dividido en tres partes. Por la mañana yo sería alumno en un curso en la que estaría aprendiendo cosas nuevas. De cualquier tema. Psicología. Empresa. Márketing. Neurociencia. Da igual.
Y por la tarde impartiría una conferencia en un salón repleto de gente ávida por aprender cosas nuevas, en ese caso, de mí.
Creo es apasionante formar parte de esa gran cadena de aprendizajes que conectan unas generaciones con otras, y unas personas con otras dentro de la misma generación. Una cadena que comenzó hace miles de años, y en el que cada eslabón tiene (tenemos) la responsabililidad de recibir lo que el mundo le deja, y compartir el nuevo conocimiento que cada uno generamos.
La última parte de ese día estaría en un aeropueto. Son las 11 de la noche y tengo que coger un avión a un país que no conozco. Subo al avión. Despega. Y me duermo apoyado a la ventanilla, con esa mezcla emocionante de ilusión y expectativa de qué voy a encontrarme al aterrizar.
¿Por qué decidiste dedicarte a la Psicología?
Si nos centramos en la psicología en su ámbito clínico, decidí dedicarme a ello al ver que podía hacerlo bien.
Mi primera paciente fue una mujer que sufría bulimia nerviosa. A las pocas semanas de empezar a venir a sesiones conmigo consiguió una regulación muy buena de su alimentación, eliminó los vómitos y mejoró mucho tanto su autoimagen como su autoestima. Comencé prestándole ayuda de forma gratuita y altruista. Yo entonces tenía otro trabajo. Al cabo de unas semanas fue ella la que se empeñó en pagarme por las sesiones.
Entonces descubrí esa mezcla de estar haciendo algo que me llena muchísimo, con obtener a la vez una remuneración económica por ello. Eso me llevó a aceptar nuevos casos clínicos, ya cobrando, y querer dedicarme más de lleno a la psicología.
¿Te gusta ser psicólogo?
Sin duda.
Lo pasé mal hace unos años porque me encontré con la realidad de las consultas. Aquellos que lleváis un tiempo en mi profesión sabéis que los pacientes no son siempre tan responsables como se espera en cuanto a su asistencia a las citas.
Recuerdo un lunes del año 2005. Tenía cuatro pacientes esa tarde, uno tras otro. El de las 4 me llamó a las 4 menos 5 diciendo que había perdido el tren, que le diese cita para otro día. El de las 5 me envió un SMS 15 minutos antes diciéndome que se había acordado de que tenía cita en el dentista a la misma hora, que por favor le diese cita para otro día. El de las 6 me hizo llegar un correo electrónico al día siguiente pidiéndome disculpas porque se había olvidado de la cita. Y el de las 7 me dijo por teléfono (a las 7 y media) que si venía a la consulta no llegaría a una cena que tenía esa noche, así que me pidió que le diese cita para la semana siguiente.
Al terminar una tarde así, sentado tú solo en el despacho, te dan ganas de dedicarte a otra cosa.
Pero es cierto que luego vienen días muy buenos en los que hay elementos que te gustan muchísimo y compensa de sobra esas malas experiencias puntuales.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Lo que más me gusta de mi trabajo como psicólogo son dos cosas:
- Que los pacientes hagan las tareas que les pido. Porque eso está directamente relacionado con su progresión y mejoría.
- Dar altas clínicas en consulta. Es algo que todavía me da subidón. Recuerdo las primeras altas que di, hace unos 15 años. Cuando me despedía de esos pacientes me ponía justo después a saltar en mi pequeño despacho, y a gritar yo solo: “¡bien! ¡bien! ¡bien!”. Esa euforia todavía la noto hoy en día. Menos efusiva, pero igual de sentida.
¿Qué opinas del panorama actual de la psicología?
Mi opinión es que cada año la profesión va ocupando un lugar más sólido, estable y necesario en la sociedad, y las perspectivas de futuro son cada vez mejores.
Fíjate que, cuando yo empecé, la mayor parte de los pacientes ocultaban a su entorno que venían al psicólogo.
Por ejemplo, si sonaba su móvil en la consulta y contestaban, más de una vez decían: “Te llamo en un rato que estoy en el médico”. Hoy en día, si un paciente atiende una llamada en la consulta ya dice: “Te llamo luego que estoy en el psicólogo”.
La preocupación por la salud mental está llegando a unos niveles cada vez más parecidos a la preocupación por la salud física. Y la evolución seguirá tomando este camino hasta igualarse en importancia. Como es lógico.
¿Qué hiciste al acabar la carrera de Psicología?
Nada más terminé la carrera creé junto con un buen amigo la que fue mi primera empresa, vinculada con el área de la formación y los RRHH.
¿Cuánto tiempo pasó desde que acabaste la carrera hasta que decidiste montar tu consulta? Si pasó más de un año: ¿Por qué esperar ese tiempo?
Pasaron alrededor de 2 años. Realmente no fue que estuviese esperando para montar la consulta. Nada más terminar la carrera creé la empresa que te comentaba antes, con lo que ya comencé en el mundo laboral.
Me gustaría que me contases cómo fueron tus inicios. ¿Por qué decidiste dar el paso de montar tu propio negocio?
El primer negocio que monté fue esa empresa. Resultó como una progresión natural desde mi época estudiantil a pasar al ámbito laboral. En la carrera formé parte de una asociación de estudiantes que organizábamos cursos intensivos de psicología. Un pequeño equipo de estudiantes hacíamos todo el trabajo de crear un curso de formación. Desde seleccionar el programa formativo, contactar con los profesores, comprarles los billetes, realizar los carteles de publicidad, distribuirlos, matricular a los asistentes y llevar el control general los días de esas formaciones.
Al acabar la carrera tenía una experiencia de casi 3 años en ese proceso completo. Simplemente le di una forma empresarial a lo que venía haciendo como trabajo altruista dentro de aquella asociación estudiantil.
¿Qué fue lo mejor y lo peor de haber puesto en marcha tu propio negocio?
Si nos centramos en esa primera empresa de la que estamos hablando, en Santiago, lo mejor fue todo lo que conocí del ámbito empresarial y del emprendedurismo. En el primer año de vida de aquella empresa ya era como si me hubiese hecho una carrera más en cuanto a las cosas que aprendí: desde contabilidad, nóminas, gestión de equipos de trabajo, atención al cliente, técnicas de venta, de negociación, habilidades para resolver conflictos, y un largo etcétera.
Lo peor fueron las carencias que tenía en aquel momento en cuanto a mis todavía pobres habilidades directivas. Sobre todo en una de las habilidades más importantes: la delegación. Era fatal. No saber delegar me llevó a asumir demasiadas tareas. Y a trabajar de lunes a domingo. Cuando tienes 22-23 años lo que te apetece es disfrutar de tus amigos, de tu tiempo libre, y yo estaba demasiado tiempo trabajando.
Fue entonces cuando opté por cogerme un mes entero de vacaciones para pensar qué quería hacer con mi vida. Porque no sabía qué quería hacer. Pero lo que tenía claro es que lo que estaba haciendo no era lo que quería hacer. Fue entonces cuando viajé a Valencia. Una ciudad en la que no conocía a nadie, ni tenía nada.
Al llegar aquí me ofrecí como monitor voluntario en un campamento de un centro de disminuidos psíquicos profundos. Al terminar el campamento me propusieron cubrir una baja de maternidad de la psicóloga del centro. Y decidí aceptarla. Así que cerré la empresa de Santiago. Me trasladé a Valencia. Y estando todavía en ese centro de disminuidos psíquicos profundos fue cuando traté a aquella primera paciente con bulimia nerviosa. Eso me llevó luego a abrir mi propio despacho, y a empezar a trabajar como psicólogo en consulta privada.
¿Qué fue lo más sencillo y lo más difícil de montar tu propia consulta?
Para mí lo más sencillo es aplicar las técnicas en las que me he formado tanto en la facultad como en los másteres y formaciones de postgrado que he ido realizando.
Lo más difícil es entender todas las gestiones contables, fiscales y laborales. ¿Qué es un epígrafe del IAE? ¿Cuándo no se cobra IVA? ¿Cuándo se retiene el IRPF? y mil preguntas más que necesariamente tienes que ir respondiendo de forma paralela a trabajar en lo que de verdad te hace disfrutar.
Por eso me parecieron espectaculares tus artículos sobre la guía de facturación para psicólogos o cómo dar de alta ficheros según la Ley de Protección de datos. Ojalá hubiese habido una orientación como la que estás creando cuando monté la consulta de psicología. Porque en la carrera y en el Máster General Sanitario te enseñan Psicología, pero realmente no te explican todo lo mínimo que necesitas saber para trabajar como psicólogo. Y ahí es donde proyectos como Psiky brillan por necesidad.
¿Crees que se puede vivir de la psicología teniendo una consulta propia?
Sí, se puede vivir. Sin lugar a dudas. Y tanto mejor cuanto más desarrollados tengas estos dos aspectos:
- El primero: Tu propia formación. Sobre todo en el ámbito clínico. Has de conocer y saber aplicar las técnicas psicológicas. Para ello, no dudes en buscar un Máster práctico, además del General Sanitario, así como cursos monográficos de los tratamientos que más acuden a tu consulta. También fórmate en otros ámbitos como el curso de formador de formadores porque te beneficiará a la hora de dar charlas, y desde luego se necesitan robustos conocimientos a nivel comercial por lo que está bien hacer algún curso de técnicas de venta.
- El segundo: Tus estrategias de márketing y publicidad. Estoy convencido de que al psicólogo que mejor le va no es necesariamente el que más técnicas de psicología domina, sino el que mejor publicidad se hace. No puedes tener consulta sin unos mínimos de: una página web elegante con buen SEO, actividad periódica en redes sociales vinculada con tu profesión, un plan de márketing completo y bien desarrollado.
Imagínate que puedes ir al pasado y viajar al momento en el que pusiste en marcha tu consulta: ¿cambiarías algo de ese momento?¿Te habrías dicho a ti mismo: “no lo hagas”?
No, todo lo contrario. De todo lo que he ido haciendo a lo largo de mi vida me encuentro satisfecho. Hay cosas que han ido muy bien, y hay otras cosas de las que he aprendido mucho sobre cómo no hay que hacerlas.
Lo único de lo que me arrepiendo es de no haber empezado antes todo lo que he ido haciendo. Y de tomarme demasiado tiempo para atreverme a dar según qué pasos. Por miedo. Anque luego he visto que el éxito acostumbra a estar al otro lado del miedo.
¿Dónde te ves dentro de 20 años a nivel personal?¿Y a nivel profesional?
Ahora tengo casi 40. Si a mis 20 años, que vivía en Santiago, me hubiesen hecho esa pregunta, nunca imaginaría que la respuesta correcta hubiese sido: “con una consulta de psicología en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia”. Así que si tengo que pronosticar dónde estaré a mis 60 años, lo más probable es que falle.
Una vez escuché que “Te das cuenta que te haces mayor cuando te pasas más tiempo hablando de tu pasado que de tu futuro”. Ojalá cuando tenga 60 años siga, como hoy, ilusionándome por hablar del futuro, por emprender cada año nuevos proyectos. Me veo creando proyectos.
¿Qué consejo le darías a un/a joven que, al igual que tú hace años, está pensando en abrir su propia consulta de psicología?
Le diría que lo que tenga que hacer que lo haga rápido. Que no pierda tiempo en miedos e incertidumbres. Que el fracaso no existe. Que solo hay tres opciones: Éxito, aprendizajes y estancamiento. Y la única opción mala es la tercera.
Preguntas Rápidas
- ¿Qué es lo que más te gusta de Psiky? Los artículos tan bien desarrollados
- ¿Qué mejorarías? Que la gente diese valor a las horas de trabajo que hay detrás.
- Si pudieras tener un superpoder ¿Cuál sería? Supermemoria. Me gustaría acordarme al detalle de muchas cosas apasionantes que he vivido.
- Si te tocaran 100.000.000 € en la lotería. ¿qué harías? Aumentaría la duración de mis viajes.
- ¿Tienes el máster general sanitario o la habilitación? Estoy habilitado.
- ¿En algún momento pensaste en hacer el PIR? Siempre tuve muy claro que no lo iba a hacer.
- ¿Conoces a algún psicóloga/o que no haya pensado hacer el PIR? Sí, sin duda. El PIR es solo una de las opciones.
- ¿Cuándo fue la última vez que alguien te preguntó “me vas a psicoanalizar? ¿qué le respondiste? Fue una persona que conocí en un congreso y le respondí: “Es una pregunta que consideramos bastante incómoda en nuestra profesión”.
- ¿Alguna vez alguien te dijo que no creía en la psicología? No me ha pasado nunca.
- ¿Qué respondiste la última vez que alguien te preguntó si había que pagar por la terapia? Le dije que las consultas privadas sí, y si acudía con paciencia a la Seguridad Social, no.
- ¿El caso más raro al que te has enfrentado en consulta? Una terapia de pareja en la que parecía que el marido tenía una celotipia y la mujer presentaba muchos indicios de que ella le estaba siendo infiel.
- ¿Tienes algún “truquillo” secreto en consulta? Tengo bastantes trucos, pero ninguno es secreto.
- ¿Y alguna manía? No me gusta demasiado hablar con las puertas abiertas.
- ¿Eres más de Ellis o de Beck? No lo sé. Pensaba que jugaban en el mismo equipo….
- ¿Cuál es la corriente de la psicología con la que trabajas? Principalmente cognitivo-conductual
- ¿Un libro favorito? Tus zonas erróneas, de Wayne Dyer. ¿Puedo hacer aquí publicidad del mío? “Cómo seducir a tu cliente» de Fernando Pena 🙂
- ¿Una canción? Me pone contento “Somos de colores” de Tontxu.
- ¿Un autor de psicología? W. Dyer, S. Peters, D. Burns, E. Roca, O. Castanyer, J. Sevillá y C. Pastor.
- ¿Una cita célebre favorita? Pues elijo esta mía, que auque no es célebre me ha servido mucho de guía en mi vida: “Le doy gracias al miedo porque me indica la dirección que debo tomar”.
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¿Tienes alguna duda, sugerencia o hay alguna pregunta que no le haya hecho a Fernando y no entiendes como se me ha podido olvidar? Deja un comentario en este mismo post y tanto Fernando como yo la responderemos cuanto antes :).